Cada 15 de agosto, toda la comunidad del colegio nos congregamos, incluso a la distancia, para orar, celebrar y compartir el misterio de la asunción de María. Esta fiesta es siempre un motivo de esperanza para todos. María vive ya aquello que cada uno de nosotros persigue a lo largo de nuestra vida: la plenitud, la felicidad compartida con todos, en Dios.
Después de la Eucaristía, no podía faltar la “Torta de la Asunción” momento único para disfrutarla en familia, con abrazos, sonrisas y con el gran ánimo de iniciar juntos, familias, personal, alumnos, exalumnos y amigos, un nuevo ciclo escolar.
¡Gracias María, por ser nuestra maestra y modelo de fe!